Fecha: 17 de Abril de 2025
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El almacenamiento de energía es el proceso de conservar energía en una forma que permita su uso futuro.
Esta definición abarca una amplia gama de tecnologías y métodos diseñados para capturar energía producida en un momento y almacenarla para su uso en otro tiempo.
De ahí que la importancia del almacenamiento de energía radique en su capacidad para equilibrar la oferta y la demanda de energía, mejorar la eficiencia de la generación energética y aumentar la seguridad y la fiabilidad de los suministros energéticos.
En el contexto industrial, el cómo almacenar energía se convierte en un componente crítico para optimizar el consumo energético y gestionar los costos.
Las instalaciones industriales a menudo enfrentan demandas energéticas fluctuantes, lo que hace esencial su capacidad para almacenar energía durante los periodos de baja demanda y utilizarla durante los picos de consumo.
De esta forma, no solo pueden reducir su dependencia de la red eléctrica, sino que también tienen una mayor capacidad de integración con fuentes de energía renovable, como la solar o la eólica, cuya generación puede ser intermitente.
Además, el almacenamiento de energía ofrece la posibilidad de mejorar la calidad de la energía suministrada, mitigando problemas como las fluctuaciones de voltaje o la interrupción del suministro.
Esto es especialmente valioso en procesos industriales sensibles que requieren un suministro energético constante y fiable.