Fecha: 09 de Agosto de 2024
En primer lugar, el ciberdelincuente obtiene un listado de tarjetas de crédito roBadas. Para probar que los datos robados son verdaderos, el ciberdelincuente se ayuda de bots que realizan pequeñas compras en comercios electrónicos de forma repetida hasta dar con tarjetas válidas. Este tipo de transacciones, al tratarse de cantidades pequeñas, suelen pasar desapercibidas para el titular de la tarjeta hasta que se comete una compra mayor, que suele ser el objetivo del fraude.
Una forma muy común de obtener estos listados de tarjetas de crédito es a través de la Dark Web, una parte "invisible" de Internet a la que no se puede acceder a través de los navegadores normales y en la que se realizan diferentes actos delictivos, como la compra y venta de bienes y servicios ilegales, entre ellos los números de tarjetas de crédito.
Los ciberdelincuentes también utilizan algunas técnicas, que ya nos resultan conocidas, para robar nuestras tarjetas de crédito. Por ejemplo, mediante un keylogger pueden registrar las pulsaciones de nuestro teclado y recopilar la información de nuestras tarjetas de crédito. Y, por supuesto, a través del phishing, consiguen engañar a sus víctimas para que les proporcionen estos datos. Otra técnica de robo de tarjetas es el uso de un skimmer, un pequeño dispositivo que se instala en los lectores de tarjetas bancarias y que roba la información cuando lo usamos.