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Los aparatos eléctricos y electrónicos son una mezcla compleja de cientos de materiales. Contienen metales pesados como plomo, mercurio y cadmio, químicos peligrosos y PVC (policloruro de vinilo), un tipo de plástico muy tóxico.
La normativa de la UE sobre sustancias químicas pretenden limitar o eliminar el uso de sustancias químicas peligrosas en dispositivos electrónicos en los casos en que existan alternativas más seguras. También se anima a las empresas a sustituir las sustancias químicas peligrosas por esas alternativas más seguras. Las empresas pueden obtener exenciones y autorizaciones para utilizar determinadas sustancias químicas peligrosas en dispositivos electrónicos, normalmente durante un periodo limitado.
Consejos para un uso más seguro:
- Busque productos con una etiqueta ecológica. Por ejemplo, impresoras, portátiles y ordenadores en los que figura una etiqueta ecológica de la UE se han fabricado utilizando la menor cantidad posible de sustancias químicas peligrosas.
- Busque productos con el marcado CE. Esto significa que el fabricante garantiza que el producto cumple los requisitos de seguridad establecidos por la UE.
- Utilice los productos para la finalidad y en la forma descritas por el fabricante en las instrucciones.
- Utilice su derecho a preguntar en la tienda si su dispositivo electrónico contiene «sustancias extremadamente preocupantes» por encima de un límite determinado. Por ley, el minorista o el fabricante deberán informarle de si el producto contiene alguna de esas sustancias, y del modo de utilizarlo de manera segura.
- Airee las habitaciones periódicamente e intente evitar la acumulación de polvo en su hogar.
- Recicle los aparatos electrónicos convenientemente.