Contribución empresarial con el entorno.
Toda la especie humana es
responsable del cuidado de la naturaleza, serán los individuos particularmente,
las empresas y las organizaciones en general.
Se habla de responsabilidad ambiental como la imputabilidad de una valoración,
positiva o negativa, del impacto ecológico de un comportamiento o decisión.
Íntimamente relacionado con este
concepto es la reparación del daño causado por lo que la legislación que regula
la responsabilidad ambiental tiene en cuenta el daño, la responsabilidad
económica o penal y la responsabilidad administrativa.
En el caso de las empresas, es
imprescindible tener en cuenta en toda la estrategia de la empresa la forma de
actuar en el negocio y el uso de tecnologías limpias.
A modo de ejemplo, algunas de las
acciones que puede realizar la empresa son:
- La
inclusión del medio ambiente y todo lo que esto implica, dentro de la
estrategia de la empresa
- La
implementación de una correcta práctica o una buena conducta en lo
relacionado con el medio ambiente.
- El
seguimiento, respeto y cumplimiento de las leyes ambientales que se
encuentren vigentes en el momento en cuestión.
- La
instauración de algunas reglas y compromisos voluntarios que no tienen una
obligación legal.
- Realizar
análisis del impacto que tiene la empresa en el medio ambiente debido a
las actividades que desempeña.
- La
puesta en marcha de un departamento especializado en medio ambiente y la
selección del personal adecuado para éste.
- El
desarrollo de ciertos programas informativos y de educación ambiental para
todas las personas que laboran en la empresa (empleados, obreros, gerentes
y directivos).
- Realizar
mejoras ambientales en los productos y servicios a los que se dedican,
como por ejemplo, el fabricar productos con un costo ambiental de
fabricación que sea mínimo, el fabricar productos de los llamados
"verdes" o "ecológicos" o, el realizar productos con
posibilidad de reciclaje.
- Ahorrar
energía de todo tipo.
- No
realizar impresiones innecesarias de e-mails.
- Utilizar
ordenadores portátiles en lugar de ordenadores de sobremesa. Los
portátiles consumen un 50% menos de energía.