Fecha: 16 de Septiembre de 2018
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Según la publicación inglesa The Economist, cada persona consume al año en España una cantidad de papel equivalente a casi 4 árboles de 12 de metros de altura.
Estos impactos que se generan en la producción del papel suelen estar asociados al consumo de agua, energía y materia prima (madera o fibra reciclada), y están relacionados básicamente con el consumo de recursos forestales y con la carga contaminante de las aguas residuales y las emisiones atmosféricas.
Pero, ¿cómo podemos, como personas que compramos y consumimos, incidir en la disminución del impacto ambiental?
1. Pensar antes de comprar
Es importante plantearse objetivamente cuáles son las necesidades reales según el uso que vayamos a dar al papel, además de valorar cuánta cantidad se necesita e incluso si existe alguna solución alternativa que no requiera el uso de este material. En oficinas o empresas, establecer indicadores básicos de consumo (por ejemplo, consumo de papel mensual o anual por persona trabajadora) y su comparación con otros departamentos permite una aproximación a los valores deseables.
2. Buenas prácticas para reducir el consumo de papel
Además de comprar un papel con características ambientales, el gran reto pasa por controlar y reducir su consumo. En este contexto, hay algunas acciones básicas que pueden ser de ayuda para disminuir el consumo de papel hasta en un 75%. Por ejemplo:
• Disponer de equipos informáticos que permitan fotocopiar o imprimir documentos a doble cara y/o dos páginas por hoja.
• En oficinas o lugares de trabajo, centralizar
y compartir impresoras, fotocopiadoras y máquinas de fax con el fin de reducir
el número de equipos.
• Escoger, en la medida de lo posible, suscripciones a ediciones digitales
de forma preferente al formato papel.
• Reutilizar hojas escritas o impresas por una sola cara para apuntes, blocs de notas y otros usos internos.
3. Qué y cómo comprar
Una vez exploradas todas las acciones de reducción de consumo de papel, se deben introducir criterios ambientales en la compra del material. El papel 100% reciclado es un papel fabricado exclusivamente con fibras de papel recuperado, es decir, aquellas provenientes de papel recogido selectivamente y fibras de recortes de las fábricas de papel que no han llegado a utilizarse. Por otro lado, el papel parcialmente reciclado está fabricado con más del 30% de fibras de papel recuperado, mientras que el papel a base de fibra virgen se fabrica con más del 70% de fibras de madera.
4. Las certificaciones ambientales
Una de las formas más sencillas de reducir los impactos asociados a la producción de papel es mediante la compra de papeles eco etiquetados.
5. La gestión de los residuos
El papel, a diferencia de otros materiales como el plástico, presenta un alto grado de reciclabilidad. Por lo tanto, un factor muy importante es implementar sistemas que faciliten la recogida selectiva para su posterior reciclaje. Por lo tanto, una vez usado el papel, es importante separarlo y depositarlo en los contenedores de recogida selectiva. Ello permitirá su reciclaje, es decir, su utilización como materia prima para la fabricación de nuevo papel reciclado.